Hay muchas maneras de evitar el compromiso y la responsabilidad. Se digo: “Deseo salir esta noche contigo pero tengo que cuidar al perro”, parece que estoy culpando al animal de la decisión tomada. Sí, él es el “culpable”. Con el propósito de evitar la dicotomía del lenguaje, Perls sugería que modificáramos la misma declaración transformando el “pero” en “y”. La frase quedaría así: “Deseo salir esta noche contigo y elijo quedarme a cuidar al perro” y probar que efecto produce en nosotros. Como mínimo suena distinto ¿verdad? Si en la primera frase parece haber una disociación, en la segunda hay la posibilidad de ver a las dos como algo integrado, sin antagonismo, donde manifiesto dos situaciones que son verdaderas para mí y elijo una de ellas. Bueno, es tarde, tengo ganas de escribir más pero necesito ir a dormir… Ups! Perdón!