Es una atracción turística en la Isla Vashon, cerca de Washington, en Estados Unidos. La “bicicleta incrustada en un árbol” no tiene un siglo de antigüedad, como se lee en las redes sociales. Normalmente la leyenda que la acompaña dice que en 1914 un muchacho tuvo que ir apresuradamente a la primera guerra mundial, allí murió y su estimado vehículo acabó engullido por el árbol. De hecho todo indica que la bicicleta fue abandonada a mediados de 1950 y árbol creció alrededor de ella. Un alguacil local llamado Don Puz dice que era suya, pero nadie ha podido demostrarlo a ciencia cierta. "Un maestro zen ve a cinco de sus discípulos regresar del mercado montados en sus respectivas bicicletas. Cuando llegan al monasterio, les pregunta por qué andan en bici. El primero responde: la bicicleta carga esta bolsa de papas. Estoy satisfecho de no haber tenido que cargarla sobre mis espaldas. El maestro lo elogia: Eres un muchacho inteligente. Cuando seas anciano no tendrás que and
"Que innecesario es inventar fantasías cuando la verdad es más fascinante" (Jamie Kaler)